Mis anti frases..

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  • El que se va sin que lo echen, vuelve sin que lo llamen.

El que se va sin que lo echen, sufrió abandonos tempranos….

Y, si fuera el caso, por qué seria importante recibir a alguien que se fue sin dar explicaciones? Mejor que no vuelva.

  • El que busca,  encuentra. 

No necesariamente. Solo se encuentra lo que vibra con nosotros. Y si se busca, se hace desde la necesidad y no desde el deseo que se basta a sí mismo. 

  • El habito hace al monje.

El habito no hace el monje. Su conciencia y fe lo hacen. Y el hábito las consolidan.

Hay muchos monjes que tienen el “habito” y que de monjes no tienen nada.

  • Hablando la gente se entiende. 

A veces (muchas veces) es mejor no hablar…

  • No hay dos sin tres.

La verdad es que no hay tres sin dos. Dos puntos forman una tendencia, una linea recta. Y si se dan estos dos, seguramente habrá un tercero. Quiere decir que si alguien te engaña o te miente una vez, puede que responda a un “error”. SI lo hace dos veces, ya es tendencia. Para qué esperar la tercera?.

  • Dios le da pan al que no tiene dientes.

Porque no tiene dientes Dios no le da pan.

  • Mas vale malo conocido que bueno por conocer.

Seguro. Para aquel que se conforma y se resigna al sufrimiento de vínculos enfermos. 

  • Muerto el perro, se acabó la rabia. 

No necesariamente. Muchas veces muere el perro y sigue su olor. Su recuerdo. Sus mañas. Y se trasladan a otros perros. Si muere la rabia en uno mismo, el perro, si así lo desea, puede seguir vivo que ya no te va a afectar. 

  • Un clavo saca a otro clavo. 

Cuando son dos clavos. 

  • A palabras necias, oídos sordos. 

A oídos sordos, mejor no hablar. 

  • Ojos que no ven, corazón que no siente. 

..Y no hay peor ciego que el que no quiere ver…

  • La ocasión hace al ladrón. 

La ocasión no solo no hace al ladrón sino que este las va a crear oportunamente para delinquir. Y si no lo logra entonces, solo entonces va a aprovechar la ocasión que se le presente. 

  • Lo que abunda, no daña. 

Muchas veces, muchas, lo que abunda daña. Aun siendo bueno, como el amor. El exceso es el sello de los síntomas físicos y psiquicos. 

Lic. Anahi Roma – Psicóloga

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